lunes, 22 de octubre de 2018

Un constante cambio, otra vuelta más.

Barcelona.
Ciudad de agua de camiones cisterna
y de emociones lejanas.
De lluvias inesperadas
y de atardeceres de gas de buses.
Mi mochila está más cargada de lo normal
y eso me gusta y me disgusta.
Multiculturalidad, 
tantas lenguas y conocimientos,
tan rastrero y tan seguro.
Pero siempre falta algo
y no es un poema de amor,
es un poema de realidades.
"Ve al psicólogo cuando vayas",
"¿por qué si no te cuidas tu?,
¿quién lo hará?".
Por suerte,
toda moneda tienes 2 caras
y yo he caido canto.
No tiene sentido todo esto
pero a la vez, 
todo brota de mis dedos
y lo une cual red de disparidades
que en conjunto,
conforman la nube más rara
y colorida jamás vista.


No hay comentarios:

Publicar un comentario